AVENTURA EN VEHÍCULO ROJO

Desde que salimos de nuestros hogares, hasta que volvemos a estos, hay una maquina que nos acompaña, llamada Transmilenio. El Transmilenio, ha sido durante la última década, lo que ha “ayudado” a los bogotanos a trasportarse por la ciudad, con una facilidad que antes no era conocida, mediante un conjunto de estaciones que nos dan la oportunidad de tomar un bus que nos lleve a nuestro lugar de destino. Comencemos a hablar de esas cosas que podemos tomar al momento de hablar de nuestros queridos buses rojos, esos que tenemos que coger para ir a la universidad, trabajo o cualquier lugar.

Por esa razón, estas palabras van dirigidas a ustedes, estudiantes y trabajadores que diariamente se levantan a primera de hora de la mañana, para comenzar una emocionante jornada en el Transmilenio que tanto aman.

Describamos lo extraordinario y sorprendente que puede ser un viaje en este transporte, desde nuestros queridos hogares, hasta los amados sitios de trabajo, donde estamos de lunes a viernes, las horas enteras sentados, esperando el momento para volver a nuestra casa de la misma manera como empezamos el día.

¿Enserio no les parece interesante sentir el calor humano desde las 6 am?, como las personas comparten, uniendo su corporalidad con la de otros en un ambiente lleno de aprendizaje, donde pode

mos ver a la mujer que va sentada durmiendo, hasta el hombre que esta que se sale por la ventana de la emoción. Esta es la aventura del Transmilenio, sentir diferentes estados de ánimo que conviven en conjunto, conduciéndonos a un ambiente de tolerancia donde las personas se incomodan para que la demás gente puede subir a esta emocionante expedición, así ya el espacio sea mínimo.

Esto es algo muy bello que podemos ver a lo largo de la ciudad, como los ciudadanos comparten entre ellos, moviéndose al compás de las aceleradas y las frenadas del vehículo. ¡Ah! Que hermoso es ver esto, cómo todos parecen una sola persona, cómo las diferencias desaparecen, y cómo todos van en tumulto, para sí lograr llegar a su lugar de destino.

Es importante hablar de nuestro Transmilenio que tanto amamos, porque así podemos interiorizarnos con la esencia de nuestra ciudad, con lo que nos da el privilegio de llamarnos bogotanos.